Empatía entre docente y estudiante, su aporte al proceso de enseñanza y aprendizaje
Resumen
La escuela ha sido un espacio construido a lo largo del tiempo para el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes en las diferentes esferas del desarrollo (cognitivo, social, físico y afectivo) los cuales son necesarios en el establecimiento de relaciones entre pares, docentes y familias con quienes se interactúa día a día y se construyen ambientes comunicativos y de aprendizaje colaborativo que forjaran las bases de una educación pensada con el otro y para el otro. De acuerdo con lo anterior y teniendo en cuenta experiencias previas como docentes, es de gran importancia considerar que para que se dé un aprendizaje que perdure en el tiempo se deben crear ambientes, vivencias y lazos que le permitan al estudiante sentirse en un lugar seguro, aceptado y comprendido, para crear conexiones afectivas y motivacionales que lo lleven a lograr las metas establecidas en cada una las esferas del desarrollo. Por tanto, la escuela debería brindar herramientas no solo a nivel académico; sino también sociales y comunicativas que permitan abordar el proceso pedagógico de enseñanza y aprendizaje desde el modelo de trabajo colaborativo; en el cual se valora la diferencia y se construya a partir de ella. Es aquí donde la empatía y su correlación con las teorías de la mente y las neuronas espejo juegan un papel fundamental para comprender al ser humano, el cual por naturaleza es social y constantemente está interactuando e interpretando las señales, emociones y sentimientos que habitan en los individuos al momento de relacionarse con los demás.