El artículo propone desde la perspectiva de TransConflicto y sus principales enunciados, algunas pistas que podrían implementarse a manera de lineamientos en intervenciones de orden educativo con distintas poblaciones, sectores o grupos. Si bien existen tendencias en el tratamiento de los conflictos, la particularidad del caso colombiano exige novedosas apuestas y enfoques transdisciplinares que garanticen el empoderamiento de los actores implicados y la sostenibilidad de las propuestas. Para distintos abordajes como las llamadas  “educaciones para la paz”, una mirada analítico/reflexiva que sea convergente acerca de saberes, técnicas, metodologías, interpretaciones, etc. y que permita comprender los conflictos como “entes vivos”, mutables y en evolución dentro de ecosistemas sociales dinámicos, posiblemente contribuiría a una experiencia de paz con mayores garantías de sostenibilidad.